(Algunas madres difrutando del sol y relajadas)
En este lugar pudimos disfrutar de la compañía de los amigos que un año más pusimos en común algo más que comida y bebida.
Los más pequeños se entretuvieron con los animales que nos visitaron, una compañía de canes que hacían de todo: correr, saltar las vallas, aullar,etc. También tuvieron la ocasión de construir con sus propias manos una casa con cañas y malla verde. Tampoco perdieron la ocasión de jugar a una edición especial de "Las Tinieblas" donde ellos se tenían que encontrar allí donde nadie veía absolutamente nada.
Los padres, que decir de nosotros. Inauguramos una mesa de obra de más de tres metros un poco alta y poco derecha. La llenamos de todo lo que trajimos de casa y casi la vaciamos, porque bien entrada la tarde al calentor de la chimenea finiquitamos las sobras.
Dentro de las actividades lúdicas destacamos las clases teórica prácticas de un "amante del campo", que se empeñó en enseñarnos a podar oliveras. Así, tijeras y acha en mano limpiamos de chupones dos ejemplares que esperemos que este año por el mes de octubre tenga buena cosecha de olivas.
(Un momento de las clases prácticas de poda)
Por la tarde las mujeres se dedicaron a jugar al adivina palabras y los hombres al complicado juego del dominó.
Y así de este modo finalizó, bien entrada la noche, la II Jornada de Convivencia Ampa.
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